Hasta que llegamos las Hijas de la Caridad, el pueblo no contaba con un servicio de
Pastoral eclesial, el Párroco
se limitaba a ir una vez por año, con motivo de las fiestas patronales: la Virgen
de Candelaria y San Antonio de Padua.
Si que existe una fuerte comunidad de la iglesia pentecostal que está
bien arraigada, sobre todo en los niñ@s, es muy curioso, pero así lo tiene
catalogado todos los vecinos de la comunidad, “los que beben y se emborrachan
son católicos, los que no, son de la iglesia pentecostal”.
Actualmente viene el P. Iver, el
párroco de la zona de
Huachacalla una vez por
semana para celebrar la misa, como
el pueblo no está acostumbrado le cuesta internalizar que hay que participar.
En el mes de Mayo hemos comenzamos a realiza una Misa en la Frontera,
está programada todos los primeros viernes de mes. Hemos comenzado las
catequesis con los niños que querían recibir los sacramentos de Bautismo,
Primera Comunión, Confirmación…
Normalmente con todos los grupos de migrantes, oramos a petición de
ellos, unas veces oraciones comunitarias y otras coincidiendo con la venida del
P. Iver, la Eucaristía, con otros personalmente.
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